Descubriendo una nueva pareja en la maternidad

pareja y maternidad

Vale, ahora que soy madre ¿Qué pasa con mi relación de pareja?

Estoy tan cansada que solo quiero dormir.

Te entendemos. Vivir en chándal, sin peinar y sin preocuparte de tu vida social es lo más habitual en la maternidad. Pero quizás vaya siendo hora de quitarte las pezoneras, lavarte la cara y mirar a los ojos de tu pareja a ver qué secretos o emociones puedes ver.

Hoy te traemos un tema que la mayoría de veces pasamos por alto en medio de la vorágine de la maternidad: el cuidado de tu relación de pareja

A medida que te adentras en esta hermosa y desafiante etapa de ser madre, es importante recordar que el amor que compartes con tu pareja es una pieza clave en el camino hacia una familia saludable y equilibrada. Vamos a compartir contigo algunos consejos y reflexiones para nutrir y fortalecer la relación de pareja o al menos poner un poquito de atención y energía en ella.

El cuidado de tu relación de pareja

1. Comunicación sincera y comprensión mutua

La comunicación abierta y sincera con la pareja es fundamental para mantener una relación sólida durante la maternidad. Dedica tiempo a hablar sobre tus sentimientos, preocupaciones y expectativas. Permítele expresar también sus pensamientos y emociones. Escucha con empatía y comprensión, brindándole el espacio para que se sienta escuchado y comprendido. Juntos, podréis enfrentar cualquier desafío que se presente.

2. Tiempo de calidad juntos

A medida que el bebé ocupa gran parte de tu tiempo y energía, es importante encontrar momentos para estar en pareja. Podéis establecer citas regulares para pasar tiempo de calidad juntos, ya sea una cena romántica en casa, una caminata tranquila o simplemente disfrutar de una conversación íntima. Estos momentos os permitirán reconectaros como pareja y recordar la base sólida de amor y apoyo en la que se construye su familia.

3. Apoyo mutuo en el rol de padres

La maternidad es un desafío que puede resultar abrumador en ocasiones. Busca formas de apoyaros mutuamente en el rol de padres. Comparte las tareas y responsabilidades de cuidado del bebé, brindándole a tu pareja la oportunidad de participar activamente en la crianza. Reconoce y valora los esfuerzos que cada uno hace y celebra los logros como equipo. Juntos, son una fuerza poderosa que guía y nutre el crecimiento de vuestra criatura.

4. Nutrir la intimidad siendo padres, es posible

La maternidad puede traer cambios en la vida sexual de la pareja, pero es importante mantener la intimidad y el romance. Encuentra formas de mantener la conexión física y emocional con tu pareja, ya sea a través de gestos cariñosos, abrazos o expresiones de amor y gratitud. Explora nuevas formas de intimidad y mantén abierta la comunicación sobre tus necesidades y deseos en este aspecto.

5. Cuidado personal y autocuidado

Recuerda que para cuidar a los demás, primero debes cuidar de ti. Haz tiempo para el autocuidado y mantén tus intereses y pasiones vivas. Busca momentos para relajarte y recargar energías. Permítele a tu pareja también tener ese tiempo para sí mismo/a. El cuidado personal os ayudará a estar más equilibrados y disponibles emocionalmente para vuestra relación y para la crianza de vuestra criatura.

6. ¿Cómo te acompaña Dana en los cambios de tu relación de pareja ahora que eres madre?

Querida madre, la maternidad es un viaje diferente y desafiante, y cuidar de tu relación podría ser un salvavidas, un mar en el que poder navegar y sin perderse, refrescarte.

En Dana, tenemos en cuenta la relación de pareja y los cambios que acontecen. Natalia Costas, especialista en el tema ha diseñado el programa de Corresponsabilidad Parental. Te adelantamos un extracto del mismo y deseamos que lo disfrutes:

Diferentes estudios e investigaciones han desarrollado teorías que explican el reparto entre las mujeres y los hombres del trabajo familiar. Una de las asignaciones más representativa es la de rol de ejecutor de actividades del hogar y la crianza; y el rol de organizador. En este tipo de clasificaciones se da visibilidad a las actividades de organización y control a través del concepto del rol organizador que implica no sólo la realización de tareas sino la responsabilidad de recordarlas, planificarlas y programarlas, asegurándose de que estas se lleven a cabo de una manera adecuada y con regularidad. A menudo, este rol es infravalorado e ignorado y ejercido por las mujeres en los modelos de organización tradicional.

Corresponsabilidad parental

Te invitamos que entres en Dana y explores todos los recursos que hay para ti en cada fase de tu maternidad.